sábado, 20 de octubre de 2018

DOBLES GANADORAS DEL ARCO, GALILEO, DANEHILL Y OTROS GRANDES, DOS AÑOS DE POR AQUÍ

-La primera yegua que ganó dos veces el Prix de L’Arc de Triomphe G1 fue  Corrida, que lo hizo en 1936 y 1937. Alazana, careta y criada por Marcel Boussac, cuyo colores -casaca naranja y gorra gris- defendió en la pista, Corrida disputó por primera vez la gran prueba parisina en 1935, cuando fue tercera en carrera ganada por otra yegua, Samos; a 4 años ganó con brillantez por delante de otra hembra, Cousine, y a 5, siendo una gran rematadora, se encontró con un paso lento, paradójicamente marcado por su compañero de cuadra Dadji, y una barrera de rivales en la recta de final que la obligó, cuando al fin su jinete Charlie Elliott la sacó por fuera del todo, a destilar toda su clase en un remate que la llevó a la victoria por corta cabeza por delante de, nuevamente, una yegua, Tonnelle.

-La espléndida Corrida, hija de Coronach, laureado del Derby, y ganadora asimismo en Inglaterra, Alemania y Bélgica, tuvo una vida corta que acabó quizá trágicamente. Su primer producto, por otro Derby-winner, Mahmoud, no llegó al entrenamiento; el segundo, Coaraze, por Tourbillon , le dio a Boussac una de sus trece triunfos en Prix de Jockey Club, derby francés, y después fue un gran semental en Brasil. No hubo más productos de Corrida, y dejemos que Arthur Fitzgerald y Michael Seth-Smith nos cuenten el resto de la historia en el primer tomo de su libro  sobre el Arco: “Durante la retirada de las tropas nazis de Normandía en julio de 1944, [Corrida] fue requisada de la yeguada de M. Boussac, que está situada cerca de Falaise, donde en el mes de julio se luchó muy duramente en la llamada batalla de La Poche de Falaise. Es posible que Corrida muriera entonces, pero como no se la volvió a ver, su desaparición y muerte serán siempre un misterio. Ciertamente, muchos de los caballos arrastrados hacia el Este durante la retirada alemana alcanzaron las orillas del Somme, donde fueron sacrificados para alimentar a los soldados alemanes o abandonados. Muchos de estos últimos vagaron por las orillas del Somme y los bosques cercanos y acabaron muriendo de hambre. Cualquiera que fuese el destino de Corrida, y solo cabe esperar que resultara rápido y compasivo, su muerte fue un muy duro golpe para la yeguada de M. Boussac, porque fue sin duda la mejor yegua que nunca tuvo”.

-El posterior rol de ganadores del Arco incluye, sobre todo a partir de los años 70 del siglo pasado, los nombres de grandes yeguas, pero ha habido que esperar hasta tiempos muy recientes para ver reproducido el doble éxito de Corrida. Lo han logrado la gran Treve en 2013 y 2014 y la no menos espléndida Enable, que lo completó hace unas semanas después de haber ganado también la gran carrera francesa el pasado año; afortunadamente no es concebible que ninguna de las dos vaya a terminar sus días como lo hizo Corrida. Treve y Enable descienden ambas por línea masculina del muy influyente Sadler’s Wells: la primera, a través de Montjeu y y Motivator; Enable, mediantes Galileo y Nathaniel. El pedigree de Enable muestra, de hecho -y ahí puede estar una de las claves de su calidad-, una duplicación 3 x 2 sobre Sadler’s W. a través de hijo e hija. Enable está criada y es propiedad de Khalid Abdullah, figura que integra desde hace tiempo del Olimpo de los criadores que han definido la excelencia del PSI en los casi tres siglos de historia de la raza. Uno de sus colegas en la cumbre es Marcel Boussac.

-Se ha publicado que Enable va a volar ahora a Estados Unidos para participar en la Breeders’ Cup Turf; será un viaje a la tierra de sus antepasados porque, aunque en sus generaciones más recientes la línea femenina ha sido cultivada en Europa, el germen de su calidad está al otro lado del Atlántico en los años centrales del XIX. Una muestra de esa calidad que resulta curioso recordar nos la da Maggie BB, que en 1878 engendró a  Iroquois, el primer caballo estadounidense que ganó el Derby. Lo hizo portando los colores cereza y negro del empresario tabaquero Pierre Lorillard, cuyo apellido les resultará familiar a los aficionados veteranos que en su día fumaran Kent.

-Nathaniel es compañero de patio de nuestro conocido Equiano en el inglés Newsells Park Stud, donde en 2018 ha cubierto al precio de 20.000 libras.  Aparte de Enable, este año han destacado entre su producción otras dos yeguas, God Given y Pilaster, ambas ganadoras de grupo en el Reino Unido. En España hemos visto a algunos hijos suyos, entre ellos los ganadores Sweet Sue y Guille.

-El resultado del Prix de l’Arc de Triomphe 2018 unió en el podio de ganadores de Longchamp a Khalid Abdullah, al jinete Frankie Dettori y al entrenador John Gosden. Otro doblete en una carrera de G1, el conseguido de manera espectacular por Cracksman en el Champion Stakes, reunió a los mismos protagonistas en el recinto de ganadores de Ascot. Aunque en este caso Abdullah no es el propietario y criador del brillante ganador, condición que corresponde a Anthony Oppenheimer, sino de su progenitor, el mítico Frankel,  que puso punto final a su sensacional trayectoria en la pista en la edición de 2012 de esta misma carrera.

-Frankel lo está haciendo muy bien como semental y Cracksman, su producto más destacado hasta el momento, es su cuarto ganador de G1 de la temporada: los otros son Call The Wind, que se apuntó el Prix de Cadran en el fin de semana del Arco; y el japonés Mozu Ascot y el inglés Without Parole, ganadores en primavera de sendas pruebas destacadas sobre la milla, el Yasuda Kinen y el St. James Palace Stakes. Frankel hace la monta en el Banstead Manor Stud, la yeguada inglesa de Abdullah, y en 2018 su cubrición ha costado 175.000 libras. Cracksman pertenece a la misma línea femenina de Golden Horn, el caballo con el que Oppenheimer, Gosden y Dettori ganaron el Derby y el Prix de l’Arc de Triomphe de 2015. A esta familia, la de la yegua Lora, cultivada desde hace décadas por los Oppenheimer, pertenece también Irish Field, un hijo de Dubawi al que Mauri Delcher entrenó para ganar el Prix Robert Papin G2 en 2010.

-Frankel y Nathaniel, que debutaron en la misma carrera haciendo gemela por este orden, son ambos hijos de Galileo. El gran patriarca de Coolmore ha cumplido 20 años en 2018, pero sigue dando muestras de su enorme capacidad genética. Un rato antes de que Cracksman ganara en Ascot, su hija de 3 años Magical se apuntaba en la misma pista el Champions Fillies & Mares Stakes G1. Con esta victoria, la potranca entrenada por Aidan O’Brien y propiedad del consorcio Magnier, Smith & Tabor, se convertía en el 74º ganador de G1 engendrado por su padre. Con ello, Galileo supera en este apartado a su muy ilustre progenitor, el citado Sadler’s Wells.

-Una semana antes del meeting de Ascot, Galileo dejaba su impronta en la generación joven con los triunfos en Newmarket de sus 2 años Mohawk (Royal Lodge Stakes G2) y Norway (Zetland Stakes, listed), dos potros con aspiraciones clásicas. Norway tiene en su misma familia a quien emular en ese sentido, pues es propio hermano de Ruler of The World, que ganó el Derby en 2013. Se da la circunstancia de que un día antes de que Norway ganara el Zetland, y asimismo en la Rowley Mile de Newmarket, la potranca de 2 años Iridessa ganaba luchando bien la Fillies Mile G1. Esta castaña de físico ligero es hija justamente de Ruler of The World, que este año hace sus primeras armas como semental. Iridessa está entrenada por Joseph O’Brien, hijo de Aidan, y defiende los colores rojos y amarillos de la propietaria española Cristina Regalado, que no es ajena a los triunfos de G1, pues ya los había disfrutado con sus yeguas Qualify, que se apuntó el Oaks en 2015, y Zhukova; ambas, curiosamente, hijas del semental australiano Fastnet Rock.

-El reproductor que ha engendrado el mayor número de ganadores individuales de G1 es el muy influyente Danehill –de nuevo, un producto de la cría Abdullah- que padreó un total de 84, marca a la que coadyuvó el hecho de que cubrió con muchísimo éxito en ambos hemisferios. Quizá Galileo llegue a batirla, pero eso no quitará lustre a la alta importancia que Danehill tiene en la cría mundial, tanto a través de su vigorosa línea masculina como de sus hijas, excelentes yeguas madres (que combinan muy bien, por cierto, con Galileo, y Frankel es la mejor prueba de ello).

-Danehill es el padre de del citado Fastnet Rock y también de Clodovil, un tordo que ganó la Poule d’Essai des Poulains G1 en 2003 y que ha sido un útil semental en Irlanda. Su pequeño hijo Cefiro alcanzó el otro día, a sus 6 años, el punto culminante de su carrera –al menos por ahora- al anotarse con brillantez el Hispanidad. El caballo de La Toledana le dio su segundo triunfo en la carrera a Juan Luis Maroto, que ya la había ganado en 1996 con Sheridan, un hijo de Egibi propiedad de la Yeguada Cortiñal al que montó Matías Borrego, y el cuarto a José Luis Martínez, que había llevado a la victoria en 2012 y 2013 a Cielo Canarias y en 2015 a Diego Valor. Cielo Canarias es hijo de Exceed and Excel, uno de los mejores corredores que Danehill engendró en Australia. Cefiro, criado en Irlanda, es hijo de la yegua Duckmore Bay y por tanto medio hermano de Fortun, que ganó el Premio Villapadierna para La Toledana y Maroto en 2012, y su pedigree registra una inusual repetición sobre Bellypha, por Lyphard, un buen millero pero discreto semental que corrió para la cuadra Wertheimer en los 70.

Cefiro (Foto: Rafael Lorente).
-Si la influencia de Danehill en la cría es grande, qué decir de la de su padre, Danzig, que ha dado origen a otras estirpes masculinas de gran éxito, como las de Green Desert y, más recientemente, la de War Front. Danzig, hijo de Northern Dancer nacido en 1977, se lesionó después de ganar muy bien sus tres primeras carreras a 2 años y fue retirado como semental a la histórica Claiborne Farm, donde vivió hasta los 29 años y se convirtió en un reproductor de primerísima fila que dio 188 ganadores de grupo; entre ellos, Petit Loup, de Maktoum al Maktoum, que también ganó la Copa de Oro de San Sebastián, en concreto la edición de 1992.

-War Front es producto de una de sus últimas potradas y después de mostrarse como un buen velocista fue retirado como semental asimismo a Claborne, donde actualmente cubre al muy considerable precio de 250.000 dólares. Hijo suyo es War Command, que ganó el importante Dewhurst G1 a 2 años y cuyos primeros corredores están debutando esta temporada; entre ellos se encuentra African Memories, que remató con buen aire y cierta inmadurez para ganar el Premio Carlos Sobrino. La pupila de León tiene un origen muy selecto pues su madre es hija del gran semental y abuelo materno Kingmambo y su abuela materna, Volga, por Caerleon, es ganadora de G1. La línea femenina, desarrollada por la familia Wildenstein y procedente de Virunga, es la misma que la de Quorto (Dubawi), uno de los mejores 2 años europeos de 2018.   

African Memories gana el Carlos Sobrino (Foto: P. Chapa).
-Los 2 años españoles no han dado un buen espectáculo esta temporada, aunque en las últimas semanas el panorama se ha animado un tanto. Aparte de la buena impresión causada por African Memories, hay que apuntar en este sentido las victorias de Vert Parsley y del nacional Gormaz. El primero, un bonito tordo de Bloke criado en Francia, es hijo de Anodin, ganador de G3, nieto de Danzig por línea masculina y semental en el Haras de Quesnay, la yeguada de la familia Head. Sus primeros productos han corrido este año y lo han convertido en una revelación, pues de entre ellos han salido quince ganadores, el más destacado Anodor, ganador del Prix des Chênes G3. Vert Parsley tiene un cruce precioso: en sus cinco primeras generaciones se duplican los nombres de Lyphard, Blushing Groom, Riverman y Gay Mecene.

-Gormaz corre para los colores de su criadora, la Cuadra L’Etoile. Es hijo de Evasive, por Elusive Quality, un ganador de G3 a 2 años y colocado de G1 a 3 que no ha destacado especialmente como semental y hace la monta en el francés Haras de Grandcamp al precio de 4.000 euros. Gormaz es el segundo producto de la muy buena corredora local Baronía, criada aquí por la Yeguada Milagro y ganadora de diez carreras, entre ellas el Kutxa y el Román Martín. Su primer producto es la modesta ganadora Laundécima. El origen del potro tiene en sus primeras generaciones inbreedings sobre los ubicuos Mr. Prospector y Northern Dancer y otra muy interesante, 5 x 4 a través de hembra y macho, sobre la excelente yegua madre estadounidense Crimson Saint. La línea femenina de Gormaz, que a lo largo de los últimos cien años ha pasado por Francia, Reino Unido, Alemania y ahora España, se remonta a la francesa Zariba, criada por Maurice de Rothschild, buena corredora y madre de Corrida.