·La temperamental Aspasia
de Mileto ganó el Valderas de 2011 y el resistente Hipodamo (también) de Mileto
se ha impuesto en el Villamejor en 2017. Se diría que nombrar a los caballos tomando
a ilustres ciudadanos de la antigua polis griega no es un mal método para que
corran rápido, así que conviene recordar, por si algún criador o propietario
quiere usarlo, que está disponible el nombre del matemático y filósofo Tales de
Mileto para unirlo en los historiales de nuestras buenas carreras a los de
Aspasia, la supuesta esposa o amante de
Pericles, e Hipodamo, el famoso arquitecto
y urbanista. Mileto, ciudad que se
ubicaba en lo que hoy es la costa occidental de Turquía, fue también el nombre
de un útil caballo de José Gandarias;
hijo del campeón Caporal, logró su
mejor actuación en el Gran Premio de Madrid de 1970, en el que, montado por Lester Piggott, fue quinto de Ifniri, que ganó para Villapadierna.
·Aparte de por el nombre y por ser ganadores clásicos,
Aspasia y el potro de Enrique Beca
(Cuadra Naniná) están unidos por el hecho de ser ambos nietos del gran Montjeu, del que hablábamos hace días.
La de Alburquerque, por línea
masculina, e Hipodamo, a través de su madre, La Atalaya, una no ganadora que se ha revelado como una excelente
yegua madre pues sus cinco productos en pista se han apuntado victorias: a Hipodamo
de M. lo acompañan el muy rentable Dagoberto
(Dyhim Diamond) y Quinta Placida, Faramond y Sang Espagnola, los tres por Caradak. Estos cinco ejemplares han
sido criados por Beca y han defendido en la pista sus colores azules y
amarillos. El propietario y criador sevillano es el primero que gana el
Villamejor en esta doble condición desde que en 1995 El Ceremonioso, un hijo
de Glauco al que montó José Luis Martínez diera la victoria a
la Asociación Deleitosa-Cuéllar.
·Montjeu fue en realidad el gran triunfador de nuestro St. Leger, porque no solo es el abuelo
materno del ganador, sino que su hijo Motivator
engendró a los tres siguientes en la meta: Zascandil,
Winfola y Sancho. Motivator, que se impuso en el Derby de 2005, ya había dado
una ganadora de la carrera: Azafata,
que triunfó en 2012. Al año siguiente ganó la prueba otra potranca, Andry Brusselles; esta yegua es, como
Aspasia, producto de Hurricane Run,
ganador del Arco en 2005 e hijo de Montjeu.
·Hipodamo de Mileto
tiene un origen en el que dominan los nombres de sprinters y milleros y en el que precisamente Montjeu es la más obvia fuente de fondo. El pupilo de Calderón es
hijo de Falco, un castaño de
corpulento físico que ganó la Poule d’Essai des Poulains G1 de 2008 para los
hermanos Wertheimer entrenado por
otro sevillano, Carlos Laffon. El
caballo ha puesto cinco potradas en pista y ha resultado ser un mediocre semental,
aunque entre su progenie figuran la yegua Odeliz,
ganadora de dos carreras de G1, y algunos saltadores de cierto valor. A la hora
de escribir estas líneas, ocupa el puesto 72 de la estadística francesa de
sementales, con 51 corredores, 19 ganadores de 24 carreras y unas ganancias de
461.890 euros. El año que viene hará la monta al modesto precio de 2.500 euros.
Hija de Falco y compañera de generación
de Hipodamo de M. es Fuenteesteis,
ganadora de un discreto Gran Criterium en 2016.
·Gonzalo Figueroa y
Torres (1861-1921), marqués de
Villamejor, político, empresario, alcalde de Madrid y primer presidente del
Comité Olímpico Español, fue también uno de los más importantes propietarios
españoles de caballos de carreras, si no el más, de principios del siglo XX. Su
primer triunfo notable fue la victoria de su potranca Concha en el Gran Premio
Nacional (entonces aún denominado Gran Premio de Madrid) de 1905. La yegua era hija de un tal Capuchón del que no he encontrado
datos. Los colores azules de Villamejor aún habrían de ganar el Nacional una
vez más: fue con Chuki en 1918, año
en que el marqués encabezó la estadística de propietarios con unas ganancias de
334.300 pesetas. La mayor contribución al montante la hizo Ukko, uno de los buenos productos franceses que la suspensión de
las carreras con motivo de la I Guerra Mundial trajo a San Sebastián y que
Gonzalo Figueroa le compró a Jean Lieux.
Ukko ganó aquel año cuatro carreras de cinco salidas a la pista, entre ellas
los grandes premios de Primavera, Barcelona y San Sebastián. El caballo, que
era hijo de Macdonald II, ganador
del Royal Oak (St. Leger francés),
volvió a manos de Lieux una vez terminada su vida de competición y se convirtió
en un útil padre de saltadores en Francia.
·En 1922, un año después de morir el marqués, la Sociedad de
Fomento decidió dedicar a su memoria el Gran Premio de los Tres Años, que había
sido creado en 1921. Desde entonces y hasta 1952, cuando llegó a nuestro
calendario el premio Villapadierna,
el Villamejor ejerció aquí las funciones de derby, aunque imperfecto, porque
permitía recargos y descargos. El primer
ganador del Gran Premio de los Tres Años fue Antonio, del Marqués de San
Miguel; el triunfo en el estreno de la denominación Premio Villamejor fue
para Ruban, de Alfonso XIII.
·Resultó muy apropiado que en la jornada en que se disputaba
la carrera que rememora a Gonzalo Figueroa y Torres pasara por ganadores un
ejemplar de la cuadra Aldovea (en
este caso, la pequeña y muy regular Llerena),
que es propiedad de Tato Figueroa -un
sobrino nieto del marqués de Villamejor- y de varios miembros de su familia. La
casaca amarilla y azul de Aldovea es de las más veteranas de nuestro turf, pues
debutó hace más de 56 años, concretamente el 29 de junio de 1961, por mediación
de Camelia, una 3 años hija de Recherché que a la postre no dio
alegrías a sus propietarios. Aquel día se disputó el Gran Premio de Madrid y lo
ganó el padre de aquel Mileto de Gandarias y uno de los mejores caballos que ha
corrido nunca en España: Caporal, propiedad
de y criado por Marta Figueroa O’Neill,
hija del Marqués de Villamejor.
·Llerena tiene un origen interesante. Es hija de Areion, un muy buen velocista germano
que desde principios de siglo es uno de los mejores y más consistentes reproductores
de Alemania, donde ha sido campeón de sementales en 2010, 2013 y 2015, y tiene
asegurado el título en 2017. Por otra parte, es interesante señalar que cuando
escribo estas líneas el porcentaje de ganadores sobre corredores de Areion es
de en un 56,1%, lo que, según los datos de que dispongo, lo coloca como el
tercer mejor semental de Europa por ese concepto entre los padrillos con más de
75 corredores en pista; solo lo superan dos colosos como Dubawi y Pivotal.
·La abuela materna de Aerion es una yegua irlandesa llamada Alata, ganadora de una carrera e hija
de Le Levanstell, padre por cierto de
Chacal, el campeón de Rosales. Alata ocupa la misma posición
en el pedigree de Areion que en el de la notable yegua madre New Vert. La Cuadra Madroños crio con ella a los buenos Festeiro y Newango y a
los útiles Phuket y Newman, y ahora el Haras de la Barelière ha puesto en pista a su pequeña hija New Ialy Barelière, que por un lado
podría tener un mejor nombre y por otro no pudo tener un mejor debut, pues se
impuso en el mismo con mucha solvencia. Añadir, ya que estamos en plan
helénico, que su padre Ialysos criado
en Grecia por el Figaia Stud, fue un
sprinter campeón en su país, viajó a Inglaterra donde entrenado por Luca Cumani llegó a ganar un G3 y ahora
hace la monta, precisamente, en La Barelière.
·Llerena pertenece a una línea femenina bastante fértil que
llegó a Alemania a finales de los años 20 y cuyo producto más acabado es el
excelente Lando, ganador entre otras
buenas carreras de la Japan Cup G1 y del Deutsches Derby G1, y propio hermano
de la segunda madre de la pupila de Arizcorreta. El origen de Llerena no fue el
único toque alemán en la jornada que cerró el otoño en La Zarzuela. Tres
ganadores del día portaban sangre de Monsun,
el más importante purasangre teutón de las últimas décadas, y al que tanto
hemos aludido aquí. Imposant y Magal son productos de sendas hijas
suyas, e hijo es Shirocco, el padre
de Tuvalu, que firmó con autoridad y
por primera vez la singular secuencia Corpa-Gran Premio de
Madrid-Memorial-Gladiateur. Magal, que se mantuvo imbatida en el Veil-Picard a
pesar de que tardó en encontrar paso franco en la recta, apunta mucho para las
clásicas del 2018.
·Los caballos no tienen obviamente culpa de nada, pero estos
toques germanos quizá hubieran causado un cierto escalofrío a Edmond Veil-Picard, el empresario judío
en honor de quien se corre esta carrera. Como tantas veces se ha escrito, en
agradecimiento a la ayuda que el general Franco le prestó ante la persecución
nazi, Veil-Picard le regaló, para evitar además que fueran confiscados por los
alemanes, una punta de yeguas y el semental Filarète, un hijo del gran Blandford.
Con ellos, y el poco ganado purasangre inglés propiedad del Estado que había
sobrevivido a la Guerra Civil, se refundó en 1941 la sección PSI de la Yeguada
Militar. La primera edición del
Veil-Picard se disputó en 1961, el año de Caporal, y la ganó Ankara, una hija de Rocky propiedad de la Cuadra Castiila, entrenada por Nicolás Méndez y montada por Claudio Carudel.
·Hace unos días
se corrió en el bonaerense hipódromo de San
Isidro el Gran Premio Carlos
Pellegrini G1, la carrera más importante del turf sudamericano. La ganó Puerto Escondido, que se consagraba así
como el mejor 4 años del país rioplatense. Criado por Haras El Mallín, de Roberto Bullrich (miembro de una de las
familias con más historia en el turf argentino), Puerto E. es hijo del estadounidense Hurricane Cat, un caballo de origen impecable pues es hijo del
campeón de sementales Storm Cat y de la gran corredora Sky Beauty, por Blushing
Groom, ganadora en 1993 de la Triple Corona estadounidense para potrancas.
La madre de Puerto Escondido procede de una línea femenina implantada en
Argentina desde finales del XIX, cuando llegó al país la inglesa Venusta, yegua fundadora del mítico Haras Ojo de Agua y ascendiente, entre
otros muchos ganadores, de Calidoscopio,
espectacular vencedor de la Breeders’
Cup Marathon en 2012. Pellegrini, como Villamejor, fue un destacado
político (presidió la República Argentina entre 1890 y 1892, entre otros muchos
cargos) y un gran aficionado a las carreras (fue el principal impulsor de la
fundación del Jockey Club de su país, que tuvo lugar en 1882).