sábado, 27 de julio de 2024

DURYEA Y LAS FUNDADORAS, EL DERBY Y LA GUERRA DE TROYA, NACIONALES QUE GANAN, OBRAS DE LOPE DE VEGA

- Herman Barkulo Duryea nació en 1862 en Brooklyn, Nueva York. Descendía a través de sus dos progenitores de familias neerlandesas y francesas afincadas en la zona desde la segunda mitad del siglo XVII -cuando la actual gran metrópolis estadounidense era un asentamiento colonial de los Países Bajos y se llamaba  Nieuw Amsterdam- y a lo largo de su vida demostró ser un tipo de lo más polivalente y capaz. Graduado en Derecho por la Universidad de Harvard,  al acabar la carrera decidió que el mar le atraía más que los juzgados y se dedicó a regatear, lo que hizo  con singular éxito: ganó múltiples competiciones en la costa de su región natal como capitán de su propio yate y contra marinos profesionales, tomó parte en las famosas regatas de Cowes en el Reino Unido y participó en la America’s Cup. Fue un buen criador de perros y de gallos de pelea; en su extensa explotación de Hickory Valley (Tennesee) adaptó con éxito y mejoró razas bovinas que hasta entonces no se criaban en la zona; según The Cyclopeadia  of American Biography fue “reconocido durante muchos años como el mejor cowboy amateur de Arizona, California y Wyoming”, lo que como elogio no está nada mal, y en 1902 creó su cuadra de carreras y empezó a criar purasangres: doce años más tarde, conducía al recinto de ganadores de Epsom a su potro Durbar, que había impuesto en el Derby portando los colores verdiblancos de su propietario y criador

- Duryea empezó a correr y a criar en su país natal, donde sus mejores ejemplares fueron Irish Lad, ganador de 12 carreras, entre ellas los importantes Brooklyn Handicap y Metropolitan Handicap, y Frizette, una buena potranca que ganó asimismo una docena de veces a 2 y 3 años y que descendía de la gran corredora inglesa Shotover, ganadora de las 2.000 Guineas y el Derby. En 1908, las autoridades de Nueva York aprobaron la ley Hart-Agnew, por la que se prohibían las apuestas en el estado. La norma ponía una severa nota de incertidumbre sobre el futuro de las carreras en la región, por lo que algunos de los más destacados criadores y propietarios de la zona este de Estados Unidos decidieron llevar a Europa sus mejores ejemplares de competición y cría. Duryea fue uno de ellos y así, Irish Lad y un grupo de destacadas yeguas de vientre que incluía a Armenia, futura madre de Durbar, Frizette y Ravello fueron embarcados hacia el Viejo Continente. Ravello viajó a Francia llena del gran semental Broomstick y al año siguiente parió un macho alazán que, con el nombre de Sweeper II, ganó las 2.000 Guineas de 1912; lo montó el extraordinario jockey estadounidense Danny Maher, seguramente el mejor de los muchos que aquellos años cruzaron el Atlántico como consecuencia de los problemas y limitaciones del turf USA.

- Herman B. Duryea estabuló su ganado de cría en el Haras de Gazon, situado en la muy hípica región de Orne (Normandía) y hasta entonces propiedad del banquero Maurice Ephrussi. Allí crió a Durbar, producto del cruce de Armenia con el buen semental Rabelais, hijo del gran St. Simon. Durbar lo hizo bien en las preparatorias clásicas francesas y su propietario, a la vista de que los potros ingleses no parecían excepcionales, decidió probar suerte en el Derby. Corriendo con el nombre de Durbar II, y en un campo de 30 corredores, el castaño de Duryea se impuso por tres cuerpos. Era el primer producto de la cría francesa que ganaba la gran clásica inglesa desde que Gladiateur lo hiciera en 1865 y el cuarto ganador de la carrera propiedad de un estadounidense, después de Iroquois, de Pierre Lorillard, ganador en 1881; Voldyovsky, de William C. Whitney, en 1901, y Orby, de Richard Croker, en 1907. Lo montó Matt McGee, un nativo de Kentucky al que pocos años después se vio en la pista de San Sebastián, donde condujo a la victoria a caballos tan notables como Nouvel An, Munibe, Billycock y Choix de Roi.

- El polifacético Duryea murió en 1916 y su viuda decidió desmantelar la cuadra de carreras pero mantener la yeguada y vender cada año los yearlings. En 1919, su nuevo vecino, Marcel Boussac, que acababa de adquirir el cercano Haras de Fresnay-le-Buffard, le compra diez potros. El magnate textil estaba por entonces poniendo las bases de las que habrían de ser la cuadra de carreras y la operación de cría más importantes de Francia en el siglo XX y al comprar aquel lote se hizo con una hembra hija de Durbar y Banshee, esta última una muy refinada hija de los americanos Irish Lad y Frizette que había ganado para Duryea la Poule d’Essai des Pouliches de 1913. La yearling recibió el nombre de Durban y se convirtió en uno de los primeros defensores ilustres de la chaquetilla naranja con gorra gris de Boussac, colores que llevó a la victoria, entre otras carreras, en el Grand Criterium y en el Prix Vermeille.  En la yeguada, aparte de dar otros buenos ganadores, se cubrió de gloria como madre de Tourbillon, un hijo del crack Ksar que ganó para Boussac el Prix du Jockey Club, derby francés, de 1931 y en la yeguada no solo le dio excelentes corredores y reproductores sino que se convirtió en un jefe de raza de influencia mundial. En España, su hijo Touragua ganó el Gran Premio de Madrid de 1955 para su criador y propietario, el Conde Villapadierna, y después fue un semental de mucho éxito que encabezó la estadística local en ocho ocasiones.

- Boussac se convirtió en cliente asiduo de Mrs. Duryea, a la que compró yearlings, y también alguna yegua de cría, hasta 1925, según detalla Peter Willett en su libro Makers of the modern thoroughbred, y su adquisición más significativa, aparte de la de Durban, fue la de su propia hermana Heldifann, nacida en 1921 y a la que sin duda se animó a comprar a la vista de lo buena que Durban había resultado. El nombre de la potranca fue un homenaje de Boussac a su por entonces novia y después esposa, la cantante lírica Fanny Heldy, a cuyo nombre  corrió la yegua). Un atractivo del pedigree de las hermanas era que presentaba sendos inbreedings sobre St. Simon (3 x 4) y el gran semental americano Hanover (4 x 4), en ambos casos a través de un macho y una hembra. Heldifann no brilló tanto en las pistas como su hermana mayor, pero fue una útil sprinter entre cuyas victorias estuvo el Prix du Petit Couvert, actualmente una carrera de grupo. Como yegua madre, sin embargo, fundó una línea femenina sobresaliente que hoy, cien años después, mantiene su vigor y que se propagó sobre todo a través de su hija Dkezima, por Asterus, ganadora dos veces a 2 años y madre de un par de excelentes corredores, ganadores ambos de carreras hoy calificadas de G1: Priam (Pharis) que venció en el Grand Criterium, Prix d’Ispahan y Prix Jacques Le Marois, y Djeddah (Djebel), laureado en el Eclipse Stakes y el Champion Stakes. La continuadora de la estirpe fue Tourzima, una hija de Tourbillon nacida en 1939 cuya vertiente competitiva se vio limitada por la guerra pero que venció en su única salida a la pista. En Fresnay-le-Buffard, Toourzima le dio a Boussac un buen número de hijas, de las que la mejor corredora fue Corejada (Pharis), vencedora en la Poule d’Essai des Pouliches y en el Irish Oaks, y madre a su vez de Macip (Marsyas), ganador de la Ascot Gold Cup, y de Apollonia (Djebel), primera en la Poule, como su madre, y en el Prix de Diane.

- Tourzima fue cubierta repetidamente por Pharis y, aparte de Corejada, el cruce produjo también a Gloriana, bisabuela de Licata, esta madre de Acamas (Mill Reef), que ganó en 1978 para Boussac- al tiempo que el ya anciano y arruinado empresario vendía en bloque su ganado de cría al Aga Khan- el duodécimo Prix du Jockey Club G1, montado por Yves Saint Martin. Otra buena hija de Pharis y Tourzima fue Albanilla, ganadora del Criterium de Maisons-Lafitte y no la más ilustre de toda la fascinante saga a la que dieron origen para Boussac las yeguas de Duryea, pero sí la que tuvo relevancia en La Zarzuela el pasado 9 de junio, porque de ella desciende por línea femenina Tetuán, que ese día le dio su primer Premio Villapadierna a la Yeguada Rocío, otra cuadra con colores blanquiverdes.

-  El pupilo de Arizkorreta se convertía así en el primer autor del doblete Nacional-Villapadierna desde que en 2014 lo completara Arkaitz. El primer potro que consiguió ganar las dos carreras fue Ayuco, de la Yeguada Figueroa, al que entrababa Vicente Díez y montó en ambas pruebas el hermano de este, Álvaro; lo hizo en 1952, año en que se corrió la primera edición del Villapadierna. Ayuco era hijo de Amorgos, semental de Lore Toki, y de la gran yegua de cría Aya, madre de otros cuatro ganadores del Nacional: Bot (Duende), en 1942; los propios hermanos Ayete y Amaya, por Dark Japan, en 1946 y 1947; y Goyito (Brehon Law), en 1953. Tetuán está criado por Wallhouse (José Hormaeche e Íñigo Gomez Pineda) y la Yeguada Kantauri, y es hijo de otra notable reproductora, la importada Ebalviyra, que ha dado además a los ganadores Capricho de Guille, Furioso, El Bosnia y Violetta.

Ebalviyra con El Bosnia (Caradak), su foal de 2017 (Foto cedida por Mikel Belsue).

Ebalviyra, nacida en 2009, es una hija del gran velocista y muy buen semental Anabaa y fue criada por el Aga Khan, cuyos colores defendió en Irlanda entrenada por John Oxx. Corrió solo cinco veces: ganó en su debut a 2 años en Tipperary, donde la montó Johnny Murtagh, y no se colocó en su única salida restante a esa edad; a 3 años reapareció siendo tercera, no se colocó en sus dos carreras siguientes y no volvió a correr.  A finales de 2012, los Aga Khan Studs la venden en subasta por 17.000 euros y al año siguiente la yegua vuelve al anillo llena de Roderic O’Connor (el futuro producto fue Capricho de G.) y es aquí cuando se incorpora a la cabaña nacional, pues José Hormaeche la compra por 20.000 euros. Después de parir a Tetuán, la yegua no tuvo producto en 2022 por reabsorción del feto; al año siguiente dio un macho por Muhaarar (nombre que nos suena mucho porque es el padre de War of Dance); después se quedó vacía de First Eleven y actualmente está llena de Bay Bridge, un hijo de New Bay que ganó el Champion Stakes G1 en 2022 y este año ha hecho sus primeras armas como semental en el francés Haras du Mesnil al precio de 6.000 euros la cubrición.

- La madre de Ebalviyra, Ebareva, es una hija de Machiavellian que no corrió pero cumplió en la yeguada al dar 10 productos, de los que 7 corrieron y todos ganaron. Su progenitora, Ebaziya (Darshaan), tercera madre del ganador del Villapadierna, consiguió 4 victorias, 3 de ellas en listed, y en los prados cumplió igualmente; de hecho, cumplió tan bien que cabe calificarla como una de las grandes yeguas de vientre del mundo en los últimos treinta años: engendró trece corredores, de los que salieron 8 ganadores, y la mitad ganaron carreras de G1: son Enzeli (Kahyasi), que ganó la Ascot Gold Cup; Ebadiyla (Sadler’s Wells), triunfadora en el Irish Okas y en el Pix Royal Oak, Edabiya (Rainbow Quest) ganó el Moyglare Stud Stakes y Estimate (Monsun), que Karim Aga Khan tuvo el detalle de ofrecer como regalo a la reina Isabel II por su 80 cumpleaños y que hizo vibrar a la bastante imperturbable soberana cuando ganó la Ascot Gold Cup en 2013.

- Estamos tratando con la muy distinguida familia E de las yeguadas del Aga Khan, que llegó a las mismas con la ya citada y seminal adquisición de los ejemplares de Marcel Boussac. Lo hizo, en concreto, de la mano de Evisa, una hija de Dan Cupid que nos devuelve el aroma añejo de las líneas de Herman B. Duryea pues su madre es Albanilla, una de las hijas de Pharis y Tourzima a las que conocimos antes. Evisa tenía 11 años cuando cambió de manos junto a sus compañeras de Fresnay-le-Buffard y había producido ya una ganadora de grupo. Para el Aga Khan parió varios ganadores más, entre ellos Ezana (Ela Mana Mou), ganadora de una carrera y madre de la gran Ebaziya y tatarabuela de Tetuan. De Albanilla desciende también, a través de otras de sus hijas, la ganadora de G1 y excelente reproductora Darara, a la aquí conocemos por ser la madre de Dariyoun (Sharastani), ganador para la Cuadra Alborada del Gran Premio de Madrid de 1992. Darara es por otra parte, la yegua base de la ganadería PSI del famoso compositor y productos musical Sir Andrew Lloyd Webber. De ella desciende por línea femenina Too Darn Hot, uno de los mejores sementales jóvenes de Europa. 

- El castaño y musculoso Tetuán pertenece a la tercera potrada de Noozhoh Canarias y es su primer ganador de una de las cinco clásicas canónicas. El excelente corredor de Bolaños se ha convertido en un semental apreciable: hasta el momento han corrido 34 productos suyos (incluyendo cuatro 2 años) y entre ellos hay, según los datos de A Galopar, 21 ganadores de un total de 62 carreras. A la hora de escribir estas líneas, el caballo ocupa el primer lugar de la estadística nacional de sementales con 11 victorias, 32 colocaciones y unas ganancias de 162.500 euros, de acuerdo con las cifras que publica Gaceta Hipódromo. Se da la circunstancia de que Tetuán no solo es hijo de un caballo que ejerce como semental en España, sino también nieto, pues el padre de Noozhoh C., Caradak, sirve con éxito en nuestro país desde su importación por parte de Dehesa de Milagro en el año 2008. Caradak corrió para Godolphin pero fue criado por el Aga Khan, y si nos fijamos en su origen vemos que tiene como tercera madre a una tal Callinaire, que fue criada por Marcel Boussac, y cuya línea femenina se remonta a Corejada, Tourzima, Djezima, Heldifann… De nuevo, la conocida tribu Duryea-Boussac.

-  El primer ganador del Villapadierna con sangre Boussac fue Sultán El Yago, que ganó para Antonio Blasco en 1957 montado por Ponciano Polo y era hijo de Goyaz, un ejemplar criado por el empresario francés y que fue importado por Lore Toki tras lesionarse después de su primera carrera; tenía un origen selectísimo, pues era hijo de Goya (Tourbillon), ganador del St. James Palace Stakes y del Gimcrack Stakes y buen semental, y de Pharyva (Pharos), que dio también a Galcador, ganador del Derby; Goyaz tenía un inbreeding 2 x 4 sobre Zariba, una de las yeguas base del establecimiento Boussac. Pero si hablamos de líneas femeninas, nuestro primer derby winner local descendiente de una de las familias del empresario galo fue Chayote, vencedor para José María Escriña en 1985 con la monta de John Reid y la preparación de Juan Luis Maroto; este castaño oscuro descendía de Ballantrae, una de las yeguas fundacionales de Fresnay-le-Buffard, a través de Loika, madre del gran Djebel. Y, mucho más recientemente, tenemos al tordo de Martul, White King, que se impuso en el Villapadierna de 2022 y desciende, como Goyaz, de Zariba. Lo hace a través de una rama desarrollada por el Aga Khan en la que figuran corredores tan ilustres como los medios hermanos Dalakhani y Daylami.

- Si nos fijamos en líneas puramente Aga Khan, digamos así, el único éxito en el Villapadierna lo consiguieron en 1975 con el triunfo de Dual Sea, el precioso castaño con esparaván de la Cuadra Rosales, asimismo su criadora, que se impuso aquel año en nuestra Triple Corona. El caballo era hijo de la buena reproductora Dual Queen, una irlandesa que descendía de Teresina.  Esta es una de las potrancas que George Lambton compró -por 7.700 guineas en su caso- para el Aga Khan abuelo a principios de los años 20 del siglo pasado y que formaron la columna vertebral de una estructura de cría y carreras que se mantiene pujante cien años después.

- Muestra brillante de esa pujanza fue el triunfo de Ezeliya en el Oaks Stakes G1, logrado con una clase que auguraba un gran porvenir para la castaña entrenada por Dermot Weld; lamentablemente, ese futuro no se materializará, al menos en las pistas, pues un percance durante un entrenamiento ha forzado la retirada de la yegia. Ezeliya es una nueva princesa de la familia E y Tetuán puede presumir de un parentesco relativamente cercano con ella, pues ambos comparten bisabuela materna: la citada e ilustre Ebaziya. (La nomenclatura de los ejemplares del Aga Khan es distintiva y preciosa, pero en ocasiones puede generar confusión entre unos animales y otros). Ezeliya es, por otro lado, hija de Dubawi, el gran y veterano (22 años) semental de Godolphin, que con ella ha producido su segundo ganador de una clásica inglesa en la presente temporada: el primero fue Notable Speech, ganador de las 2.000 Guineas G1. Otros destacados ganadores suyos en el año son el trotamundos Rebel’s Romance, que ganó un G1 en Hong Kong a finales de mayo, y Ancient Truth, ganador del Superlative Stakes G2 en Newmarket hace pocos días y uno de los más prometedores 2 años vistos esta temporada en el Gran Bretaña. El castaño Dubawi, que ejerce desde su retirada de las pistas en el Dalham Hall Stud, es segundo de la estadística británica de sementales en el momento de redactar este texto: cuenta con 108 corredores, 40 ganadores de 55 carreras y unas ganancias de 2,24 millones de libras.

- El pedigree de Ezeliya a cinco generaciones muestra inbreedings sobre Mr. Prospector (4 x 5), Shirley Heights (4 x 5) y Northern Dancer (5 x 5). La potranca es, por otra parte, la cuarta ganadora del Oaks para la familia Aga Khan: la primera fue Udaipur (Blandford), que ganó en 1932; la segunda, Masaka (Nearco), en 1948, y la tercera, la esplendida y temperamental Petite Etoile (Petition), en 1959. En la edición de 1989, Aliysa cruzo primera la meta, pero fue distanciada tras dar positivo en el control antidoping; el Aga Khan consideró aquella decisión injusta y decidió dejar de tener caballos en entrenamiento en Reino Unido, poniendo fin así a una presencia que había comenzado en 1921 cuando su abuelo había puesto al cuidado de Dick Dawson los yearlings -entre ellos la citada Teresina- con que estrenó su cuadra de carreras.

- Desde que el sensacional Galileo murió hace tres años, el consorcio Coolmore parece vivir bajo la angustia de encontrarle un sucesor, de decir al mundo que ha dado con un macho entero y fértil que con su galope y sus genes ha venido a escribir con letras de oro el futuro de la raza PSI y, de paso, a salvarnos a todos de nuestros pecados o algo por el estilo. Esto último quizá alguno lo logre, pero emular a Galileo no parece tarea tan sencilla: el gran caballo, cuya última potrada está debutando este año, ha dado por ahora más de 360 ganadores de stakes, entre ellos 99 ganadores de G1, y encabezó doce veces, once de ella seguidas, la estadística británica de sementales. Los aparentes candidatos a su trono son, por ahora, tres. Uno es Auguste Rodin (Deep ImpactRhododendron, por Galileo), que el año pasado ganó el Derby, Irish Derby G1, Irish Champion Stakes G1 y Breeders Cup Turf G1, pero, enigmáticamente, quedó último o casi en las 2.000 Guineas y en el King George & Quen Elizabeth Stakes; este año empezó siendo 12º de doce en la Dubai Sheema Classic G1, después fue un algo anodino segundo en la Tattersalls Gold Cup G1 y volvió a su mejor en el Prince of Wales Stakes en Royal Ascot.

- El segundo candidato es Justify (Scat DaddyStage Magic, por Ghostzapper), ganador de la Triple Corona USA en 2018. El caballo ejerce como semental desde el año siguiente en la sede estadounidense de Coolmore y en 2023 acumuló todos los superlativos porque entre sus productos de 2 años hubo cuatro ganadores de G1 y uno de G2. Parecía que estábamos ante el nuevo Northern Dancer, a tenor de lo que se decía de este poderoso alazán, pero el caso es que este año, por ahora, no está pasando gran cosa con su progenie, con una excepción. Y esa excepción la protagoniza el tercer candidato al pedestal de Galileo: City of Troy (Justify -  Togther Forever, por Galileo), que el año pasado terminó imbatido en tres salidas a la pista y concitó comparaciones con nada menos que con Frankel tras su fácil triunfo en el prestigioso Dewhurst Satkes G1. Esta temporada reapareció en las 2.000 Guineas G1, en las que parecía que iba ser definitivamente beatificado, pero terminó 9º de doce. Se redimió en el Derby con un precioso remate ganador, y saldó su siguiente salida a la pista con un laborioso triunfo en el Eclipse Stakes G1 frente a un campo menos selecto de lo habitual en esta muy prestigiosa carrera. Así pues, tres caballos magníficos que son víctimas, en cierto modo, de una expectativa desorbitada.

- City of Troy ha sido el undécimo 3 años en completar en la misma temporada el duro doblete Derby-Eclipse, que firmó por primera vez Flying Fox en 1899 para el Duque de Westminster y que en los últimos cincuenta años solo se había completado en cuatro ocasiones: Mill Reef (1971), Nashwan (1989), Sea The Stars (2009) y Golden Horn (2015).  Una nota curiosa y erudita del pedigree de City of Troy es que este bonito castaño de cola entreverada de pelo claro desciende por línea femenina de la inglesa St. Lucre; lo hace a través de una hija de esta llamada Lisette nacida en 1912 y criada por Maurice Ephrussi, el criador y propietario que poco antes había vendido el Haras de Gazon a Herman B. Duryea. Posteriormente, St. Lucre pasó a manos de Maurice de Rothschild, que en 1918 la hizo cubrir por su gran caballo Sardanapale. El producto del acoplamiento fue Zariba, que Marcel Boussac compró de yearling y que resultó para él una buena ganadora y una excelente yegua madre de la que entre otros muchos descienden, como se ha apuntado antes, Goya y Pharyva (los padres de nuestro Goyaz) y los campeones Dalakhani y Daylami, así como el gran Dubawi, el destacado semental In The Wings y las ganadoras clásicas Virginia Waters y Laurens.

- En lo que hace a la familia más inmediata del ganador del Derby, hay que empezar hablando de su cuarta madre, la estadounidense Chain Store, que en 1982 produjo una potranca por Blushing Groom que al año siguiente fue adquirida por Hamdan Al Maktoum al precio de 850.000 dólares. Con el nombre de Al Bahathri,  obtuvo sus mejores resultados en la primavera de la edad clásica, cuando perdió las 1.000 Guineas G1 por corta cabeza batida por la gran Oh So Sharp y después ganó las Irish 1.000 Guineas G1 y el Coronation Stakes G1. Mientras esta bonita alazana mostraba su categoría, Juddmonte, la operación de cría de Khalid Abdullah, adquirió su madre, Chain Store, en trato privado. El camino hacia City of Troy pasa después por Chain Fern, una propia hermana de Al Bahathri que no corrió y que en la yeguada dio, entre otros, a Spanish Fern, ganadora de G1, y a Green Room, una hembra por Theatrical que tampoco llegó a las pistas. Juddmonte la presentó a una venta de Tattersalls y por solo 20.000 guineas pasó a ser propiedad de los criadores Vimal y Gillian Khosla. Green Room ha resultado ser una de las mayores gangas de la historia reciente de la cría del PSI, pues ha producido tres ganadores de G1: Lord Shanakil (Speighstown), vencedor del Prix Jean Prat; Forever Together (Galileo), primera el Oaks, y Together Forever, madre de City of Troy, ganadora de la Fillies Mile G1. Los precios de adjudicación como yearlings de los hijos de Green Room que los Khosla han vendido en subasta suman más de 9 millones de libras.

- City of Troy es el primer hijo de un ganador de la Triple Corona estadounidense que gana el Derby; el caso inverso: ganador de la Triple Corona inglesa que produce un ganador del Kentucky Derby G1, se ha dado, igualmente, solo una vez: en 1986, Ferdinand, hijo de Nijinsky, ganó la gran carrera de Churchill Downs. (Nijinsky, por cierto, aparece 4 x 5 en el pedigree de Justify). Por otra parte, el triunfo de City ofTroy vuelve a traer la mítica Guerra de Troya, cantada por Homero en la Ilíada y en la Odisea, a la lista de ganadores de la gran clásica, renovando así una tenue pero bonita secuencia. El asunto se inicia ya en la primera edición de la carrera, disputada en 1780, cuando ganó Diomed (Florizel), potro de Sir Charles Bunbury cuyo nombre está obviamente inspirado en Diomedes, guerrero aqueo al que Homero llama El Esforzado; en   1806 ganó Paris (Sir Peter Teazle), nombrado en recuerdo del príncipe troyano que se escapa con Helena, o la rapta, hecho que da origen a la guerra; Tiresias es el famoso adivino al que Odiseo consulta de vuelta a Ítaca y es el nombre del potro que ganó el Derby en 1816 para el Duque de Portland. Paris era hijo del rey Priamo, cuyo nombre lució Priam, ganador de la clásica en 1830, gran corredor que venció en 17 de sus 19 carreras y muy buen semental en Gran Bretaña y en Estados Unidos: y, por fin, dando un salto temporal muy grande, en 1979 estuvo Troy, el gran hijo de Petingo que ganó en un paseo la 200ª edición del Derby para Sir Michael Sobell y Lord Arnold Weinstock con la monta de Willie Carson y la preparación de Dick Hern. (Por cierto, no confundir a este Priam decimonónico con el caballo de Boussac del mismo nombre cirado más arriba y que, por la coincidencia, corrió en Inglaterra con el nombre de Priam II).

Priam, pintado por John Frederick Herring.

- Si dejamos ahora los pergaminos de la historia del Derby y abrimos la Guía de carreras de1918, vemos que en Santander, el día 2 de julio, debutó ganando en el Premio Brumelli, con los colores azul claro, blanco y negro de Jefferson Davis Cohn, una potranca castaña de2 años llamada Helene de Troie. La yegua, que no volvió a correr esa temporada, fue llevada a Francia una vez terminada la I Guerra Mundial y allí corrió sin éxito a 3 años; hay referencia de una victoria en un steeple-chase corrido en Niza pero, en cualquier caso, en 1921, Helene de Troie ya había sido comprada por Marcel Boussac e incorporada al plantel fundacional de Fresnay-le-Buffard. Allí produjo, entre otros, a Adargatis (Asterus), que en 1933 le dio a Boussac su primer Prix de Diane; y a La Troienne (Teddy), que no llegó a ganar en 7 carreras a 2 y 3 años, aunque dio un cierto valor; en todo caso, Boussac, desencantado, la inscribió en las ventas de diciembre de Tattersalls de 1929 y allí, llena de Gainsborough, fue adquirida por el gran criador americano Edward R. Bradley al precio de 1.250 guineas. Exportada a Estados Unidos, La Troienne fundó una gran dinastía y está considerada una de las yeguas madre más importantes del país, sino la más, en el siglo XX.

- Resonancias de la cultura clásica tiene también el nombre de la ganadora del Premio Beamonte de este año, Caccia di Diana, que remató muy bien para dar la victoria a su criador y propietario Reza Pazooki. Su triunfo y el de Tetuán en el Villapadierna compusieron un reseñable doblete para los productos nacionales en estas dos clásicas que no se daba desde que en 2014 Charosca ganó el Beamonte y Arkaitz, el Villapadierna. Caccia di Diana no es, como Tetuán, hija y nieta de sementales que hayan hecho la monta en España, pero a su padre, el francés Recoletos, lo crio un español, Darío Hinojosa, y su madre, Ercolini, corrió en nuestro país para el propio Pazooki: fue la mejor 2 años de 2007 y al año siguiente consiguió en el Premio Valderas si triunfo más destacado. Hasta ahora, esta hija de Pyrus criada en Irlanda había puesto cuatro productos en pista, dos de ellos ganadores, aunque no más que útiles. La victoria de Caccia di Diana ha hecho de Ercolini, por otra parte, la primera ganadora del Valderas, nuestro equivalente a las 1.000 Guineas, que engendra una ganadora del Beamonte. Recoletos ya había dado algunos ganadores en España, aunque ninguno de gran premio. El caballo, que ganó el Prix d’Ispahan G1, el Prix du Moulin de Longchamp G1 y otras tres carreras de grupo, hace la monta en el Haras de Petit Tellier al precio de 4.000 euros por cubrición. No está teniendo resultados reseñables. El pedigre de Caccia di Diana a cinco generaciones muestra inbeedings sobre Mr. Prospector (4 x 3), Nureyev (5 x 4) y Northern Dancer (5 x 5 x 5 x 5).

- El anterior duque de Alburquerque tuvo a El Caballo de Troya, un hijo de Alfidir y Hallada -propio hermanos, pues, de Tebas, ganadora del Gran Premio de Madrid en 1968- que gano cinco steeple-chases en La Zarzuela; y el duque actual tiene a Lisicles, cuyo nombre no el de ningún guerrero mítico sino el de un muy real general ateniense, y que, aunque no tuvo su día hace poco San Sebastián, ha sido el caballo de la temporada de primavera, en la que ha logrado cuatro victorias. Se trata de un logro muy notable acentuado por el hecho de que la dos últimas las consiguió en el intervalo de una semana y fueron, respectivamente, en una carrera sobre 2.000 metros frente a caballos de buen valor y en el Premio Claudio Carudel, la prueba para milleros más importante del meeting. Fue el segundo triunfo de la cuadra del Duque de Alburquerque en esta carrera: el primero lo protagonizó Dirce en 2006, cuando se disputó la edición inaugural de la misma.

- Lisicles es hijo de Mastercraftsman, un gran corredor sobre la milla que ganó para Coolmore el Phoenix Stakes G1, el National Stakes G1, las Irish 2.000 Guineas G1 y el St. James Palace Stakes G1; también demostró mucha clase sobre los 2.000 metros cuando fue segundo del sensacional Sea The Stars en el Juddmonte International Stakes G1. Semental de resultado muy apreciable, hizo la monta en los dos hemisferios y produjo 53 ganadores de grupo, entre ellos 16 de G1. Aquí hemos visto otros productos suyos, como Azkar, uno de los mejores clásicos de esta temporada, y los útiles Orbayo y Te Koop. Lisicles es uno de los cinco corredores, cuatro de ellos ganadores, que ha puesto en pista Aspasia de Mileto, ganadora del Valderas un año después de Ercolini. Aparte de su producción ya debutada, la yegua dio, en 2022, una hembra por Australia que ha sido retirada del entrenamiento y, en 2023, un macho por Masar, el ganador del Derby en 2018. Este año no ha tenido producto y ha sido cubierta por Oasis Dream.

Aspasia de Mileto (Foto cedida por Ioannes Osorio).

- Otro descendiente por línea masculina de Mastercraftsman que lo ha hecho bien en primavera es la potranca nacional de 2 años Octans, que abulta poco y galopa bastante. Segunda en el Primer Paso, después se apuntó dos fáciles victorias y su ultima actuación ha sido un decoroso quinto puesto en el listed Criterium de Bequet. La yegua, criada por Ramiro Girón de Alvear, es por The Grey Gatsby, un vástago de Mastercraftsman que ganó el Prix du Jockey Club y el Irish Champion Stakes, y Oasis Moon, una hija de Oasis Dream que desciende por línea femenina de Miesque, la mítica campeona de Niarchos. El pedigree de Octans está muy bien construido y tiene en sus cinco primeros escalones los siguientes inbreedings: Sadler’s Wells (4 x 3, a través de hijo e hija), Danzig (5 x 4, a través de hijos), Miesque (5 x 4, a través de hijo e hija), Northern Dancer (5 x 5 x 4, a través hijos) y Lyphard (5 x 5, a través de hija e hijo). Parece lógico pensar que la inspiración para este cruce está en Alpha Centauri, la campeona, también de Niarchos, que ganó las Irish 1,000 Guineas G1, Coronation Stakes G1, Falmouth Stakes G1 y Prix Jacques le Marois G1. Esta yegua torda es por Mastercraftsman – Alpha Lupi, por Rahy – East of the Moon, por Private AccountMiesque.

Oasis Moon (Foto cedida por Ramiro Girón de Alvear).

- La excelente sangre de Galileo dejó su impronta en el Gran Premio de Madrid con el brillante desempeño de la ganadora, la 4 años War of Dance, que ocupó el centro del escenario de la prueba desde el principio y se impuso de punta a punta en lo que supuso, por parte de sus responsables, una variación táctica notable teniendo en cuenta que la yegua había corrido siempre, desde posiciones más o menos retrasadas, en busca de la aplicación de su remate. Galileo, al que ya hemos citado como abuelo materno de dos de las luminarias máximas de la temporada europea, City of Troy y Auguste Rodin, ocupa la misma posición en el pedigree de la bonita castaña de Peques y lo hace a través de la no corredora Granny Bea, madre de otros tres ganadores no especialmente interesantes. La yegua es medio hermana del que fuera buen 2 años Gutaifan, doble ganador de G2 en la edad precoz, y su abuela, Mathaayl, es ancestro por línea femenina de dos ganadores de G1, Mustashry y Ventura Storm, entre otros muchos buenos ejemplares.

- War of Dance, cuya rotundidad física, capa castaña con marcas blancas y expresión recuerdan a Galileo -su comprador y copropietario Jose María Sánchez-Santa Cecilia ha comentado que esto es algo que le atrajo mucho de la yegua-, es la decimotercera hembra que gana el Gran Premio de Madrid. Se da la circunstancia de que el primer triunfo femenino en la prueba se produjo hace justamente cien años y lo protagonizó Lightfoot, una 3 años hija de Larrikin y propiedad del Conde de la Cimera que venía de ganar el Premio Villamejor (Gran Premio de los Tres Años) pero que merced al excesivo juego de recargos y descargos que estipulaban las condiciones de la carrera, corrió con el peso de 40 kilos. Ruban, el gran caballo de Alfonso XIII, fue segundo a poco más de un cuerpo portando 64 kilos. El padre de War of Dance es Muhaarar, un sprinter excepcional que como semental se está mostrando muy versátil en lo que a aptitudes de su progenie se refiere. El caballo  es compañero en le Haras de Petit Tellier de dos sementales ya citados, Recoletos y The Grey Gatsby, y este año ha cubierto al precio de 14.000 euros.

War of Dance gana el Gran Premio de Madrid (Foto: Rafael Lorente).

- Los últimos hijos de Galileo en las pistas siguen rindiendo muy bien y en ese sentido hay que mencionar el segundo triunfo del gran fondista Kyprios en la Ascot Gold Cup G1. El pupilo de Aidan O’Brien había ganado en la edición 2020 y en el intervalo entre los dos triunfos sufrió una grave lesión y después una infección que lo tuvo al borde de la muerte y tras la cual, según declaró su entrenador, prácticamente hubo que enseñarle a andar de nuevo. En una prueba como la Ascot Gold Cup, cuya distancia, 4.000 metros, impone mucha especialización, no es extraño encontrar ganadores múltiples, pero en la historia de la carrera, que se inició en 1807, solo hay otros dos ejemplos de caballos que la hayan ganado con años de intervalo: uno es Anticipation, que fue primero en 1816 y 1819, y el otro, Kayf Tara, un hijo de Sadler’s Wells que ganó para Godolphin en 1988 y 2000. Tower of London es otro excelente stayer hijo de Galileo corriendo ahora y hace poco ganó la Curragh Cup G2 de forma espectacular. En lo que respecta a su línea masculina, el principal valedor de Galileo en la presente temporada es Gleneagles, que en 2015 ganó las 2.000 Guineas, las Irish 2.000 Guineas y el St. James Palace Stakes. Hijos suyos son el excelente castrado Calandagan, un ejemplar del Aga Khan que se dio un paseo en el King Edward Stakes G2 de Royal Ascot después de ganar dos carreras de G3 en Francia; Palladium, ganador del Deutsches Derby G1, y Mill Stream, vencedor en la July Cup G1; las madres de estos tres ejemplares descienden de Danzig por línea masculina. Gleneagles, un elegante castaño del que aquí hemos tenido a tres ganadores entre los que destaca el muy útil Finely Tuned, hace la monta en la sede irlandesa de Coolmore al precio de 17.500 euros. Otro éxito de Galileo como abuelo paterno es el triunfo de You Got To Me, hija de Nathaniel, en el Irish Oaks G1.

- Si hay un nombre que define la cría clásica europea en lo que va de siglo es el de la gran matriarca alemana Allegretta. Fundamentalmente, porque es la abuela materna -a través de su hija Urban Sea, ganadora del Prix de l’Arc de Triomphe G1- de dos colosos como Galileo y Sea The Stars. Del primero acabamos de hablar y del segundo hay que decir que este año ha dado ya dieciséis ganadores de stakes, y entre ellos destaca Sosie, un potro de Wetheimer que hace pocos días se apuntó brillantemente el Grand Prix de Paris G1 y que se postula como estrella de cara a las grandes pruebas otoñales. Sea The Stars es asimismo padre de The Lion in Winter, un 2 años que, además de tener un espléndido nombre, tiene dos líneas de Urban Sea en su pedigree, ganó brillantemente en su reciente debut en The Curragh y ya ha sido instalado como favorito para el Derby de 2025. Pero Allegretta también sigue haciendo sentir su influencia a través de su línea femenina. A ella pertenece el poderoso Los Angeles, un hijo de Camelot propiedad de Coolmore y Westerberg que ganó bien el Irish Derby semanas después de cerrar el trío del Derby detrás de City of Troy y Ambiente Friendly. De Camelot hemos visto aquí a algunos buenos, entre ellos Tarentela, Inés, Emin y Marchelo, y este año el caballo cuenta en Europa cuenta con dos ganadores más de G1, aparte de Los Angeles: el conocido Luxembourg (Coronation Cup) y la yegua Bluestocking (Pretty Polly Stakes), Camelot, hijo del gran Montjeu y semental en Coolmore al precio de 50.000 euros, ya había dado otro ganador del Irish Derby: Latrobe, que ganó en 2018. Volviendo a Allegretta, digamos que la yegua aparece 5 x 3 a través de hija e hijo en el pedigree de Borna (Saxon Warrior), ganador del Derby Italiano  G2 y segundo, batido in extremis, en el Deutsches Derby.

- Troy fue un gran corredor que, además del Derby, ganó siete carreras, entre ellas el Irish Derby G1, el King George VI & Queen Elizabeth Stakes G1 y la Benson & Hedges Gold Cup G1 (actualmente Juddmonte International Stakes). No lo estaba haciendo mal como semental cuando, solo tres años después de entrar en la yeguada, murió víctima de una peritonitis. Uno de sus mejores productos fue Helen Street, ganadora del Irish Oaks y a la que encontramos en los pedigrees contemporáneos como madre de los propios hermanos Street Cry y Helsinki, macho y hembra por Machiavellian. El primero es ganador de la Dubai World Cup G1 y padre de dos de las mejores yeguas del mundo en los últimos treinta años, Zenyatta y Winx. Helsinki es la madre del excelente corredor y reproductor Shamardal, que murió hace cuatro años pero sigue muy presenta en los pedigrees de buenísimos corredores.

- En España hemos gozado de su benéfica influencia a través de su hijo Lightning Moon, que ejerció como semental en Torre Duero, ha sido tres veces campeón de sementales en nuestro país y lamentablemente falleció en 2020 tras completar solo tres temporadas de monta. Fruto de la última es Madrid, un castrado de 4 años criado en España por Wallhouse que dio otro importante triunfo este año a la cría nacional con una bonita victoria en el Urquijo, la mejor carrera para sprinters de la temporada de primavera. No estaría mal que el turf español, en donde gustan tanto los importados malos, empezara a fijarse más en los nacionales que pueden ser buenos. La madre de Madrid es también un producto de la cría local: se trata de Navarra, una hija de Caradak y de la gran reproductora Lady Cree que ganó los premios Beamonte y Ricardo Ruiz Benítez de Lugo. Gerardo Torres detalló en un artículo de A Galopar su desafortunada trayectoria como yegua madre, a la que el ganador del Urquijo ha puesto un brillante contrapunto. Navarra, que murió esta primavera, tiene en entrenamiento a la 3 años Sicilia (First Eleven) y cuenta con un yearling macho propio hermano de esta.  Madrid, por su parte, tiene en su origen dos bonitos inbreedings a través de elementos de distinto sexo sobre Machiavellian (4 x 4) y Storm Bird (5 x5).

Madrid (Foto: Rafael Lorente).

- Shamardal es el abuelo materno de Sosie y está asimismo en el pedigree de Mill Stream, del que hemos hablado antes. Es también el padre de Blue Point, uno de los sementales más prometedores de Europa: su primera potrada tiene ahora 3 años y su elemento sobresaliente es Rosallion, mejor millero de su generación en las Islas Británicas y muy buen ganador del St. James Palace Stakes G1 en Royal Ascot. En cualquier caso, el agente más notable de la influencia de Shamardal esta temporada está siendo su hijo Lope de Vega, ganador en 2010 de la Poule d'Essai des Poulains G1 y del Prix du Jockey Club G1, semental en el Ballylinch Stud y consagrado desde hace tiempo como uno de los mejores padres de la cría europea del PSI. Este año, en el momento de escribir, Lope de Vega encabeza la estadística francesa de sementales -con 61 corredores, 28 ganadores de 32 carreras y unas ganancias de 2,31 millones de francos- y es quinto en la británica. Más de una tercera parte de las ganancias que el caballo acumula en Francia corresponden al brillante imbatido Look de Vega, fácil ganador del Prix de Jockey Club G1 para el dúo de entrenadores que forman Carlos Lerner y su hijo Yann, también copropietarios del caballo. Por su parte, Lope de Vega, que este año ha cubierto en Ballylinch al precio de 125.000 euros, producía así su segundo ganador clásico en el país galo en esta temporada, pues es asimismo padre de Rouhiya, ganadora de la Poule d’Essai des Pouliches G1.

- La victoria en el Jockey Club de Look de Vega, potro criado en Francia  por el  Haras de La Morsangliere y la Ecurie des Charmes, completa una bonita secuencia familiar, pues su padre, Lope de Vega, y su abuelo paterno, Shamardal, ganaron la misma carrera. Lo mismo hicieron Darshaan, vencedor en 1989, su hijo Dalakhani, en 2003, y su nieto Reliable Man, en 2011; y en la primera mitad del siglo XX, Ksar, ganador en 1921, dio a Tourbillon, el campeón de Boussac que ganó en 1931, el cual duplicó el logro pues engendró a dos vencedores de la clásica: Cillas (1938) y Coaraze (1945).  La madre de Look de Vega, Lucelle – por el Derby-winner High Chaparral- refuerza la vinculación del pedigree con el Prix du Jockey Club pues su abuela, Laramie, es la madre de Lawman, que ganó la carrera en 2007. Estas yeguas descienden de una línea de madres desarrollada durante décadas por Jack Joel y su hijo Jim en Gran Bretaña y que lleva más de cien años produciendo, con los naturales altibajos, animales de primer nivel. Su origen está en Absurdity, una muy modesta corredora nacida en 1903 con la que Jack Joel crio dos ganadores clásicos: Jest (Sundridge), ganadora de las 1.000 Guineas y el Oaks de 1913, y Black Jester (Polymelus), que fue primero en el St. Leger de 1914. El potro consiguió esta victoria tres meses después de no colocarse en el Derby. Esta fue la edición de la clásica que Durbar, montado por McGee, ganó para Herman B. Duryea. (Black Jester no fue un buen semental, pero entre su progenie se encuentra Antonio, que en 1921 ganó en La Castellana para el marqués de San Miguel la primera edición del Premio Villamejo (Gran Premio de los Tres Años), precedente del Premio Villapadierna como gran clásica primaveral de nuestro calendario).