viernes, 17 de noviembre de 2017

MONTJEU Y SU TRIBU, EL SOBREVIVIENTE BLANDFORD, ‘MALACARAS’ DE CALIDAD

·“Un genio excéntrico”. Así calificaba al espléndido, aristocrático y temperamental corredor Montjeu su entrenador, John Hammond. Cuando el caballo murió en 2012, víctima de las complicaciones de una septicemia, era relativamente joven, pues contaba 16 años, pero le había dado tiempo de protagonizar la excentricidad genial de engendrar a cuatro ganadores del Derby: Motivator (2005), Authorized (2007), Pour Moi (2011) y Camelot (2012). El logro colocó a este hijo de Sadler’s Wells ganador del King George y del Arco en compañía muy excelsa, y bastante antigua, pues los otros sementales que habían conseguido padrear a cuatro vencedores en la gran clásica de Epsom son Sir Peter Teazle (nacido en 1784), Waxy (1790), Cyllene (1895) y Blandford (1919). Ningún caballo ha producido cinco ganadores de la carrera.

·Camelot, en cuya línea masculina, como en la de la gran mayoría de los PSIs que corren ahora en el mundo, se encuentran Waxy y Cyllene, ha visto debutar a su primera potrada en este 2017. Los resultados no han sido nada malos, pues el pasado 12 de noviembre, con las victorias en el romano Cappanelle de Leggendario y en el madrileño La Zarzuela de Poporo, su número de ganadores ascendió a veinte. El más destacado sobre el papel, Fighting Irish, que se impuso en el Criterium de Maisons-Laffitte G2. Poporo –que al igual que la recientemente laureada Bruneta, tiene como abuelo materno a Cape Cross-- se mostró, por lo demás, muy prometedor y no extrañará verle  con opciones en la salida del Villapadierna 2018. Su propietario, Roberto Cocheteux, ganó esta carrera en 2016 con el impetuoso Nemqueteba, que como Poporo estaba entrenado Por Joannes Osorio en El Soto y, siendo hijo del citado Pour Moi, era asimismo nieto paterno de Montjeu. El caballo sirve ahora como semental en el Haras de Marmaria.

Poporo (Foto: Rafael Lorente)

·El precioso Camelot, al que entrenó Aidan O’Brien para el consorcio Coolmore, fue campeón juvenil y a 3 años ganó las 2000 Guineas, el Derby y el Irish Derby. Sus responsables decidieron entonces lo que para algunos era una estupidez obsoleta y para otros un gesto deportivo a la altura de la mejor tradición del turf: correrlo en el St. Leger y tratar de ganar así la Triple Corona inglesa, lo que no sucedía desde 1970, cuando la había completado Nijinsky. Camelot no pudo: fue segundo, batido por ¾ de cuerpo por un caballo de calidad inferior a la suya, Encke, de Godolphin. Camelot hace la monta en Coolmore y el año que viene cubrirá a un precio de 30.000 euros.

·Dentro de poco se correrá el Premio Villamejor, St. Leger español, y quizá veamos en él a Sancho, que lo hizo muy bien hace unos días; el castaño de Quinto Real es hijo de Motivator y por tanto, como Poporo, nieto paterno de Montjeu. Su línea femenina es curiosa puesto que durante los años centrales del siglo XX se desarrolló en Hungría, de donde pasó a Alemania. Como curiosidad puede decirse que la quinta madre de Sancho, la magyar Didergo, es la sexta madre de Animal Kingdom, ganador del Kentucky Derby en 2011 y de la Dubai World Cup dos años después.

·Nijinsky dio a tres ganadores del Derby: Golden Fleece (1982), Sharastani (1986) y Lammtarra (1995) y su Triple Corona puso fin a una espera de 35 años desde la anterior, que había logrado el perezoso Bahram para el Aga Khan en 1935. Bahram, que se esforzaba lo justo para ganar y se retiró imbatido tras nueve salidas a la pista, fue uno de los cuatro ganadores del Derby que produjo Blandford. Este caballo nació en el National Stud británico -que por entonces, 1919, estaba en Irlanda- y estuvo a punto de morir siendo un yearling: pastaba tranquilamente en un prado cuando se colaron allí varios caballos de tiro y la atacaron con aparente saña, causándole daños tan graves que durante su recuperación, el veterinario de la yeguada, Thomas Griffin, tuvo que alimentarlo a mano. Así se salvó un capítulo apreciable de la historia de las carreras: Blandford corrió solo cuatro veces demostrando mucha clase y fragilidad,  y luego fue un gran semental clásico, líder tres veces de la estadística inglesa. Al margen de otras muchas influencias, a través de su hijo Blenheim, que también ganó el Derby y asimismo para el Aga Khan, está presente en los pedigrees de Nasrullah y Northern Dancer, dos de los sementales más importantes del siglo XX. Nasrullah engendró un ganador del Derby: Never Say Die, que venció en 1954 y le dio su primer triunfo en la clásica a Lester Piggott; Northern Dancer dio tres: el citado Nijinsky, The Minstrel (1977) y Secreto (1984).

·Otro ganador de derby que produjo Northern Dancer fue Shareef Dancer, pero este no ganó la versión canónica de la carrera en Epsom sino la irlandesa en The Curragh. Shareef D., que obtuvo su triunfo clásico en 1983, no destacó mucho como semental pero de su progenie tuvimos aquí al excelente y versátil Sheikh Dancer, que con los colores azul y plata de la Marquesa de Santa Cruz de Paniagua y entrenado por Miguel Alonso ganó el Gran Premio de San Sebastián, entre otras muchas carreras, y se colocó en la Copa de Oro (dos veces), en el Gran Premio de Madrid, el Memorial y en el Antonio Blasco. Si traemos a colación a a Shareef Dancer es porque su nombre figura en el pedigree de Sancho y también, y además por partida doble (5 x 4), en el de la buena Electra Voice, que encontró recompensa a su regularidad el ganar el Raiponce.

·Electra V. es nieta por línea masculina de Dubawi, como su rival y compañera de generación Bruneta, y si nos remontamos por su línea femenina encontramos a la rápida yegua inglesa Arabella, a la que vemos también en la línea de madres de dos caballos que podemos citar: uno, el sorprendente ganador del Derby de este año, Wings of Eagles, hijo de Pour Moi, del que se hablaba arriba; y otro, Narraly, de Rosales, que ganó el Villapadierna y el Villamejor en 1972 montado por Carudel. En la primera de estas carreras, lo hizo “por gentileza” de su compañero de cuadra My Mourne, según precisaba Carlos Parada en el libro Un tercio de siglo.

·Se celebró la Breeders’ Cup, tan poco relevante como suele, aunque tuvo sus momentos. El elegante Gun Runner ganó bien la Classic, con lo que se convierte en el candidato más cualificado al título de Caballo del Año 2017 en Estados Unidos y coloca  a su padre, el argentino Candy Ride, al frente de la estadística de sementales en el país norteamericano. Este caballo, que sirve en la prestigiosa Lane’s End Farm, lo hará el año que viene al precio de 80.000 dólares. Aunque el padrillo triunfador de la BC fue el gran Medaglia d’Oro, padre de dos ganadores en la reunión: Bar of Gold, que se apuntó la Filly & Mare Sprint, y Talismanic, que, libre de Lasix en su organismo (lo que honra a su entrenador, André Fabre), ganó la Turf para Godolphin en buen remate sobre la corta recta de Del Mar. Medaglia d’Oro ha tenido tan buena temporada este año que cuando Darley USA anuncio los cánones de cubrición de sus sementales para 2018 el pasado 25 de octubre, el de este hijo de El Prado había subido de 150.000 dólares a 200.000; después de la jornada de la BC, nuevo incremento: 250.000 dólares. El caballo ha dado este año siete ganadores de G1 en Estados Unidos; entre ellos, la brillante campeona Songbird, que a su vez fue vendida hace pocas semanas en Keeneland por 9,5 millones de dólares.

·El progresivo Talismanic tiene una vistosa capa, pues es un castaño oscuro calzado alto de las cuatro y malacara, como llaman en Argentina a los caballos que a los que el pelo blanco les cubre totalmente desde la frente hasta los belfos. En España recordamos así al muy útil  Bookmaker (1975), comprado por Rosales a la Yeguada Arizabalo y defensor con éxito de sus colores y finalmente de los de Joannes Osorio, para el que ganó en liso y vallas, casi siempre montado su propietario.

·Luciendo también un gran brochazo blanco en la cara llega a España Kool Kompany, adquirido como semental por Dehesa de Milagro. Ganador de G2 a dos años y buen millero más tarde, el caballo pertenece a la línea masculina de Danehill y procede de una línea femenina, la de la inglesa Pelting, que lleva generaciones dando caballos de clase, sobre todo alrededor de la milla. Un buen refuerzo para nuestra cría, y que cuenta en su pedigree con una hija de Sadler’s Wells. Ello propicia un buen cruce para la gran cantidad de yeguas que tienen en su origen a este gran patriarca a través de machos.

·Recordaba antes a Secreto, propiedad del venezolano Luigi Miglietti y entrenado por David O’Brien. El caballo ganó su Derby batiendo al gran favorito de la carrera, El Gran Señor, al que entrenaba el mítico Vincent O’Brien, padre de David. El 6 de noviembre pasado se disputó la edición 157 de la Melbourne Cup, la más famosa carrera de Australia, y esta singular historia familiar, irlandesa e hípica se repitió. Ganó Rekindling, hijo de High Chaparral, ganador del Derby y dos veces de la Breeders’ Cup Turf, y padre de nuestra campeona Frine. Rekindling está entrenado por Joseph O’Brien y batió en la meta por medio cuerpo a Johannes Vermeer, entrenado por su padre, el gran Aidan. Joseph O’Brien fue el jinete de Camelot en las cinco victorias del caballo, entre ellas el Derby.

viernes, 3 de noviembre de 2017

UN CHICO DE BROOKLYN, LA MUSEROLA GRAKLE, TUVALU Y GREEN DESERT

·“Admitía con sinceridad preferir los caballos y los perros a las personas. Pelearse con él podía ser termonuclear, según atestiguan dos exesposas y una hija que se quejaba de su desatención para con ella”. Así dice el periodista inglés Chris McGrath en su espléndido libro Mr. Darley’s Arabian sobre el gran entrenador estadounidense Robert Frankel. Y sigue: “Pero inspiraba una excepcional lealtad entre sus empleados, y el retraído y cortés Abdullah quedó destrozado cuando su jactancioso y mal hablado entrenador murió víctima de un linfoma. Después de la muerte de Frankel, sucedida en 2009, Abdullah pidió a su personal que reservaran su nombre para el mejor ejemplar de entre los 170 yearlings de Juddmonte”.

·Robert Frankel, nacido en una familia judía de Brooklyn, decía que su única conexión familiar con los caballos era un abuelo que había servido en la caballería rusa. La vinculación que él –que cayó fascinado por las carreras un día en que sus padres, siendo un niño, lo llevaron al Roosevelt Raceway a ver los trotones- estableció con los purasangres fue tan fuerte y exitosa que le llevó a recibir cinco veces el premio Eclipse al mejor entrenador del año en Estados Unidos y a ser nombrado miembro de National Museum of Racing and Hall of Fame en 1995. Sus pupilos ganaron 3.654 carreras.

·El recuerdo de Robert Frankel se ha hecho muy presente en el turf mundial en las últimas semanas. El British Champions Day empezó con la expectativa de que otro entrenador genial, Aidan O’Brien, igualara el record de 25 carreras de G1 ganadas en un año que Frankel había establecido en 2003 (batiendo, por cierto, el que el propio O’Brien había marcado dos años antes). La expectativa se cumplió en la tercera carrera, el British Champions Fillies & Mares Stakes G1, en la que Hydrangea, hija de Galileo, se impuso conducida por Ryan Moore.

·Poco más de una hora después, la evocación de aquel chico de Brooklyn que acabó entrenando para un príncipe saudí fue más algo sutil, pero quizá más relevante: el Champion Stakes G1, la prueba más notable del día, fue ganada de manera imponente por Cracksman, hijo precisamente de ese “mejor ejemplar de entre los 170 yearlings de Juddmonte” de 2009. Aquel poderoso y bello potro hijo de Galileo y la yegua Kind recibió, de acuerdo con los deseos de Abdullah, el nombre de Frankel y con él asombró al mundo del turf, pues se retiró imbatido en catorce carreras y con la consideración de mejor caballo de la historia del turf, o casi. Cracksman le dio a su padre, el Frankel equino, su primera victoria de G1 en Europa. Su estreno como progenitor en pruebas del máximo nivel se había producido el pasado mayo, cuando su hija Soul Stirring ganó en el hipódromo de Tokyo el Yushun Himba, Oaks japonés. Los éxitos de esta yegua, de Cracksman, y de la no poca progenie de Frankel que ha corrido de forma distinguida en los dos años que sus hijos llevan en las pistas han llevado a que el canon de cubrición del caballo haya pasado de las 125.000 libras a las 175.000.

· Una semana después del Champions Day, en el hipódromo de Doncaster, Aidan O’Brien superaba al fin el record de Robert Frankel cuando su dos años Saxon Warrior, montado magistralmente por Moore, batía a Roaring Lion para ganar el Racing Post Trophy G1. Saxon W. es hijo de Deep Impact, el mejor semental de Japón y gran continuador de la señera línea de Sunday Silence, que ha dominado la cría nipona en las últimas décadas. El caballo ya había dado un ganador de G1 en Europa: Beauty Parlour, que en 2012 se impuso, defendiendo los colores azules de la cuadra Wildenstein, en la Poule d’Essai des Pouliches. Sunday Silence, ganador del Kentucky Derby y de la Breeders’ Cup Classic, estuvo entrenado por el mítico Charlie Whittingham, del que se dice que fue el preparador más admirado por Frankel.  

·Cracksman recuerda bastante a su padre, el Frankel de cuatro patas, por su físico, capa y exuberante acción. La semejanza se acentúa por el hecho de que ambos compiten con muserola mexicana, esa pieza de guarnicionería en forma de ocho o equis a la que se llama también Grackle o Grakle, en recuerdo del caballo que la popularizó, el gran saltador Grakle, ganador del Grand National en 1931. Portadores de la misma en el Memorial fueron también Tuvalu y Parsifal, que repitieron en la importante carrera la gemela que ya completaran en el Gran Premio de Madrid. El Memorial tomó su actual denominación en 1941, cuando, dotada con 12.500 pesetas y sobre la singular distancia de 2.700 metros, la ganó la yegua L’Astrée, de Louis Barnier, montada por Vicente Chavarrías. Pero las viejas guías de carreras nos recuerdan que la prueba se empezó a correr en 1930, bajo la denominación de Gran Premio de Otoño (3.000 metros), y que la primera edición la ganó, con Victoriano Jiménez en la silla, la torda por excelencia de nuestro turf, Atlántida, del Conde de la Cimera. Al año siguiente, el mismo en el que Grakle batió a 42 oponentes para ganar su National, Atlántida, de nuevo con su inseparable Jiménez luciendo la chaquetilla castaña con lunares blancos de Cimera, completó el doblete Gran Premio de Madrid – Gran Premio de Otoño. Entre ese éxito y el homólogo de de Tuvalu, lo han conseguido también Nertal (1962), Aray (1969), Rheffissimo (1976), El Señor (1978), Casualidad (1986 y 1987), Vichisky (1988) y Karluv Most (2010).

Tuvalu (Foto: Rafael Lorente)

·Tuvalu es el cuarto ganador del Memorial entrenado por Joannes Osorio, que también ensilló a Casaca en 2012, Abdel en 2013 y Jade en 2006. No son estos los únicos ganadores de la carrera que se han preparado en El Soto, pues los precedió la alazana La Pista (defensora al igual que  Abdel de la chaquetilla de Alburquerque), que se apuntó la carrera en 1983 montada por Ceferino Carrasco. Tuvalu está criado, como Casaca, por Fernando Hernández-Font en su West Stow Stud, sito en Newmarket. El caballo es hijo del muy buen corredor y mediocre padrillo alemán Shirocco, que sirvió inicialmente en Dalham Hall,  el selecto depósito de sementales de Darley, y desde 2014 lo hace en Irlanda como padre de caballos de obstáculos, entre los que ha producido a la campeona Annie Power.

·El primer ganador del Memorial descendiente de una línea masculina alemana fue Revirado, de Dos Estrellas, al que asimismo montó Ceferino Carrasco. El casi negro Revirado, criado en Torre Duero como Parsifal, era hijo de Epicur, a su vez hijo de Orsini, un ganador del derby alemán criado en Erlenhof, la yeguada de los Thyssen, de la que hablábamos en el artículo anterior. Epicur fue importado por la propia Cuadra Dos Estrellas después de completar una buena temporada juvenil en Alemania, se mostró aquí como un buen y versátil corredor: ganó sprints como el Boo y el Urquijo, y carreras de más aliento como el Diputación de Guipúzcoa, e incluso se colocó en el Villapadierna y en la Copa de Oro. Después fue un buen semental.

·Light Impact, la madre de Tuvalu, ganadora de listed en Francia, fue segunda en el Kutxa de 2008 batida por Abril, madre de Ategorrieta, que se consagró como la mejor dos años en el Gran Criterium. Criada asimismo en Torre Duero, dio un nuevo éxito en la temporada a su padre Rip Van Winkle. Este hijo de Galileo hace la monta en el neozelandés Windsor Park Stud y hasta ahora, con cuatro potradas ya en pista, no pasa de ser un semental útil, aunque a la hora de escribir esto uno de sus hijos, Te Akau Shark, es favorito para la 2.000 Guineas neozelandesas. Ategorrieta está inscrita en una línea femenina que aquí nos ha dado dos elementos ilustres, Reltaj y Bannaby y, por otra parte, tiene el listón a mucha altura de cara al futuro: las cuatro últimas potrancas nacionales que han ganado el Gran Criterium son las esplendidas Leyla (ganadora en 1981, por Chacal), Manola (1982, por Brabant), Teresa (1984, por Rheffissimo) y Robertiya (1989, por Don Roberto).

·La anterior nacional ganadora del Criterium fue Jabiba, en 1972. Hija del gran semental  Zeddaan, corrió para Villapadierna y fue conducida a la victoria por Román Martín. Jinete también de los citados Nertal, Aray, Rheffissimo y El Señor, el gran jockey y luego muy buen preparador fue recordado el otro día con el premio que lleva su nombre. Y si el sábado Ryan Moore había tenido que montar mucho en el Racing Post Trophy para batir a Oisin Murphy sobre Roaring Lion, el domingo Vaclav Janacek no lo tuvo que hacer menos a lomos de Bruneta para superar al elegante jinete británico, que condujo a Electra Voice. Bruneta es hija de Makfi, primer buen corredor del gran Dubawi pero mediano semental, y nieta materna de Cape Cross, padre de tres grandes del turf contemporáneo: Ouija Board, Sea The Stars y Golden Horn. 

Bruneta (Foto: P. Chapa)

·Cape Cross es hijo del muy influyente semental Green Desert, que también produjo a otros dos grandes reproductores, Oasis Dream e Invincible Spirit, de los que descienden algunos de los mejores velocistas que han corrido en Europa en tiempos recientes. Green Desert aparece duplicado 3 x 3 en el origen de Bruneta, y también 4 x 3 en el de Antonella, que ganó el Rubán en buena demostración.  Antonella es hija de Dream Ahead, otro gran velocista del que asimismo tenemos entrenados en España a Igollo de Camargo y Famara. El caballo es hijo de Diktat, que ha servido en Dehesa de Milagro y ahora pasa allí su retiro. El otro día vimos a su hijo Santiz -medio hermano de Rilke, ganador del Villapadierna- rematar por los palos para apuntarse el tradicional Infanta Isabel.

·Green Desert fue un muy buen corredor. Segundo en las 2000 Guineas del mítico Dancing Brave -uno de los mejores defensores de la casaca verde, rosa y blanca de Khaled Abdullah- después ganó la July Cup G1 y la Vernon’s Sprint Cup G2. Su carrera terminó sin embargo en anticlímax pues fue último en la Breeders’ Sprint Cup de 1986. Quince años después, esa carrera la ganó un caballo llamado Squirtle Squirt. Fue el primer ganador de la Breeder’s para el genial Rober Frankel, que desde que en 1984 se inaugurase la millonaria jornada de carreras había ensillado en la misma a 38 participantes sin conseguir ganar. Después entrenó a cinco ganadores más en las famosas pruebas, entre ellos Ghostzapper, que venció en la Classic en 2004. Cuando murió cinco años más tarde, su obituario en The Blood-Horse apuntaba que la última carrera que había visto, pocos días antes de fallecer, había sido la Classic que ganó Zenyatta